La morosidad del alquiler sigue creciendo y no tiene visos de mejorar; de hecho, se espera que continúe alza si los precios siguen en máximos históricos y el poder adquisitivo de los ciudadanos permanece congelado. En 2024, los inquilinos dejaron a deber a sus caseros una media de 7.957 euros, lo que equivale a unos siete meses de renta, y supone un aumento del 4,23% respecto al año anterior. Por territorios, los más morosos son los catalanes, mientras que las cifras más bajan se registraron en Extremadura.
Así lo recoge diversos estudios, en el que se detalla que la deuda ha experimentado una «tendencia sostenida de incremento de impagos, estrechamente relacionada con el aumento de los precios y con el esfuerzo financiero que los inquilinos dedican al pago del alquiler«.
Las cifras de morosidad presentan una disparidad geográfica evidente. Cataluña lidera la estadística con una deuda media de 10.996,79 euros, seguida por Baleares (10.233,66 euros), la Comunidad de Madrid (9.812,96 euros) y País Vasco (8.372,91euros). Estos territorios son, precisamente, los lugares donde el precio del alquiler es más alto y donde los inquilinos deben hacer un mayor esfuerzo económico para el pago del alquiler.
n torno a la media nacional, se encuentran Andalucía (7.278,93 euros) y Navarra (7.012,06 euros). Otras como Murcia (6.977,65 euros), la Comunidad Valenciana (6.680,03 euros) y Canarias (6.180,99 euros) también superan los 6.000 euros de deuda.
Por otro lado, las comunidades autónomas con menor deuda son: Cantabria (5701,44 euros), Ceuta (5.531euros), Galicia (5399,29 euros), Castilla-La Mancha (5326,28 euros), Aragón (5313,5 euros), Melilla (4829,04 euros), Asturias (4718,02 euros), Castilla y León (4321,93 euros), La Rioja (3882,14 euros) y Extremadura (3385,24 euros).
El esfuerzo financiero, definido como el porcentaje de ingresos que los inquilinos destinan al pago del alquiler, puede traducirse en un aumento de niveles de morosidad. En las diez provincias donde los inquilinos destinan más del 35% de sus ingresos al pago del alquiler, la morosidad supera los 6.000 euros. Estas son Guipúzcoa, Baleares, Barcelona, Vizcaya, Madrid, Valencia, Málaga, Las Palmas, Álava y Santa Cruz de Tenerife.
Barcelona, a la cabeza
A nivel provincial, Barcelona se sitúa a la cabeza con una deuda de 13.419,18 euros, seguido de Baleares (10.233,66 euros), Guipúzcoa (9.833,71euros) y Madrid (9.812,96 euros). Otras provincias que también presentan niveles altos son Málaga (9.355,88 euros), Sevilla (8.876,03 euros) y Vizcaya (7.849,23 euros).
En el rango medio, Valencia y Navarra presentan una morosidad de 7.314,15 euros y 7.012,06 euros respectivamente, mientras que provincias como Las Palmas (6.422,74 euros) y Alicante (6.387,91euros), se mantienen por encima de los 6.000 euros. A estas les siguen Toledo (5.958,24 euros), Almería (5.942,31euros), Santa Cruz de Tenerife (5.901,72 euros) o Tarragona (5.851,04 euros). Entre las provincias con las cifras más reducidas se encuentran Ávila (2.846,35 euros), Soria (2.776 euros) y Zamora (2.695,34 euros).
Tendencias y perspectivas
En el conjunto del país, la morosidad mantiene la tendencia al alza que se viene registrando desde hace años en los impagos, aunque a un ritmo menor que al de años anteriores. Esta moderación en el aumento de la deuda se debe a la reducción en el número de viviendas alquiladas, si bien, en cualquier caso, supone una cifra considerable de deuda. Por provincias, los territorios donde más aumentó la morosidad en este último año son Santa Cruz de Tenerife (8,17%), Valencia (7,9%), Huelva (7,61%), Alicante (7,38%) y Málaga (6,79%). En el lado contrario, las provincias donde se ha reducido la deuda con respecto al año pasado son Cuenca (0,56%), Teruel (0,34%), Soria (-0,3%) y Ourense (0,1%). La deuda creció menos de un 1% también en zonas como Hueca (0,15%), Ciudad Real (0,59%), Salamanca (0,79%) y Almería (0,97%).
Es importante de contar con instrumentos, como, el seguro de impago de alquiler es una herramienta clave para combatir la morosidad, ya que previene y mitiga los efectos de los inquilinos que dejan de pagar. Su importancia en la lucha contra la morosidad se debe a varios factores:
- Prevención del impago: Antes de otorgar el seguro, la aseguradora analiza la solvencia del inquilino, lo que reduce el riesgo de impagos al seleccionar a personas con estabilidad financiera.
- Pago garantizado al propietario: En caso de morosidad, la aseguradora cubre las rentas impagadas durante un período determinado, evitando que el propietario sufra pérdidas económicas.
- Fomenta la responsabilidad del inquilino: Al saber que se ha analizado su solvencia y que hay una aseguradora involucrada, el inquilino tiene más incentivos para cumplir con sus pagos.
- Agiliza el proceso legal: Si un inquilino deja de pagar, el seguro cubre los costos de desahucio y asistencia legal, lo que permite recuperar la vivienda más rápido y reducir el impacto de la morosidad.
- Menos riesgo para los propietarios: Al garantizar el cobro del alquiler, los propietarios pueden alquilar con más confianza, evitando largos procesos de cobro o pérdidas económicas por impagos.
Fuente el Economista