Comprar una vivienda tipo en una playa española cuesta en 2015 unos 161.134 euros, un 1,06% menos que el año pasado, cuando el precio medio llegaba a los 162.859 euros. En cambio, el alquiler medio pasa de 509 euros semanales a 527, lo que supone un incremento de más del 3,5% en sólo un año.
La vivienda vacacional de costa va reactivándose de forma lenta, tras experimentar ajustes muy marcados durante los años de crisis. Los precios de venta siguen a la baja, pero en menor medida que antes. Por su parte, las rentas de alquiler toman cierta fuerza, lo que arroja rentabilidades interesantes.
Se trata de una evolución que se debe a la recesión, que ha frenado la compra, y también al propio comportamiento de los pisos en zonas de costa ante la situación desfavorable para el sector inmobiliario, a la que han afrontado de manera distinta en comparación con las primeras residencias.
Los pisos medios en venta de este tipo se encuentran más caros en la Costa Vasca (375.571 €), Costa del Garraf (268.079 €) y Costa Brava (249.453 €), y los más baratos se quedan en la Costa de Valencia (100.468 €), Costa Cálida (102.782 €) y Costa de Almería (108.633 €). En cuanto a alquileres, los litorales de Almería (307 €/semana), Canarias (348 €/semana) y el Tropical (360 €/semana) son los más asequibles, mientras que Baleares (1.202 €/semana), Costa Brava (822 €/semana) y Costa del Garraf (696 €/semana) son los más costosos.