¿Qué hacer si no puedes pagar el alquiler?

El precio medio de un alquiler en España ronda los 665 euros, mientras que el Salario Mínimo Interprofesional está fijado en los 648,60 euros al mes. Así que no es de extrañar que con la crisis se haya multiplicado el número de familias que no pueden pagar el alquiler. Según el Fichero de Inquilinos Morosos en los arrendamientos urbanos, en 2014, los impagos de inquilinos crecieron un 12%. Según el Consejo General del Poder Judicial, más del 52% de los desahucios se producen en viviendas arrendadas. Dice la ley que 10 días después de que el propietario solicite el abono de la renta, el inquilino podría ver cómo se inicia contra él un proceso de desahucio. Y no vale usar la fianza para pagar un mes de renta; la fianza es para responder de posibles obligaciones pendientes al terminar el contrato.

En todo caso, cuando se resiente la economía familiar, hay soluciones mejores que dejar de pagar el alquiler.

Reajustar el presupuesto Se pueden recortar otro tipo de gastos fijos, como tener una segunda línea de teléfono (unos 50 euros de media).

Otras ideas incluyen desapuntar a los niños de las clases extraescolares (que pueden suponer unos 25 euros mensuales por hijo y actividad) o dejar de comer fuera de casa (entre 180 y 200 euros, si se almuerza todo el mes de menú).

Renegociar con el casero. Hablar con el propietario es lo más eficaz, siempre que hasta ese momento se haya sido buen pagador. El inquilino puede explicarle la situación puntual en la que se encuentra y llegar a un acuerdo, como renegociar el precio del alquiler a la baja hasta que se logre recuperar la situación financiera anterior.

Pedir ayuda en el banco Endeudarse nunca es una buena opción, pero, en situaciones complicadas, recurrir al banco de siempre puede valer. Las entidades tienen líneas de crédito con importes reducidos y con plazos de amortización cortos, de uno o dos años. Un anticipo de la nómina Casi todas las empresas cuentan con la posibilidad de anticipar la nómina a sus empleados en plantilla. Pero también el banco puede darnos un anticipo de nómina. Son créditos rápidos, con condiciones favorables, que se conceden a quienes tienen una cuenta nómina en la sucursal. La entidad adelanta el importe equivalente a una o más nóminas, por lo general sin intereses.

Buscar un piso más barato Si se estima que la falta de liquidez durará un tiempo, quizás haya que buscar otro piso con una renta más baja. Se trata de dar con una casa cuyo gasto no supere el 30% de los ingresos disponibles. No hay que olvidar que el coste mensual de un hogar no solo incluye la renta que se paga al propietario, sino también los suministros. Pero nunca hay que dejar de pagar el alquiler

Hay que tratar por todos los medios de no dejar de pagar el alquiler, ya que la situación podría tomar tintes desagradables para casero e inquilino. Lo más apropiado es llamar al propietario e informarle de la coyuntura y de la necesidad de tener que abandonar la casa. Si se le facilita un nuevo inquilino (o al menos, se le propone), mejor aún. Y, por supuesto, se debe comunicar la disponibilidad para firmar el fin del contrato y entregarle las llaves del piso.



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