Después del «boom» inmobiliario y la crisis económica vivida en España, el sector inmobiliario ha sufrido un cambio de tendencia. Si bien las posibilidades de acceder a una vivienda en propiedad, se redujeron de una manera drástica durante las crisis, el porcentaje de vivienda en relación a Europa continua siendo reducido, aunque con síntomas de incremento.
Se puede destacar el tema del alquiler, la rentabilidad bruta que ofrece este tipo en relación a otros elementos de inversión. Los motivos o más bien las razones por las que este sector es tan atractivo es por una fuerte barrera generada por el alto grado de gestión que esto requiere, el tipo de clientes y arrendamientos…hacen que la gestión de alquileres se conviertan en un modelo de negocio clave para las compañías o entidades que necesitan maximizar tanto su valor como su rentabilidad. Para todo esto, las empresas, precisan de una mayor profesionalización de su gestión en toda la cadena de valor.
La rentabilidad en esta modalidad, se basa en tres modelos:
- El incremento en la rentabilidad para los propietarios , la eficacia en la gestión patrimonial , para la reducción en sus costes de mantenimiento y aumento de la ocupación.
- El incremento del valor de la cartera, de cara a futuras desinversiones y su posterior comercialización.
- La disminución del impacto reputacional para las inmobiliarias.
La profesionalización, en este sector es cada vez más latente y compañías exigen cada vez más garantía para reducir el impacto de las morosidad y por ello cada vez se hacen más alquileres con garantías que te cubre contra el impago de alquiler, en el que los profesionales inmobiliarios, apuestan por Plandeprotecciondealquiler,