Tanto si tienes un local comercial para alquilar como si eres una persona que va a alquilar uno, debes saber los requisitos mínimos y cláusulas que tiene que contener un modelo de contrato de alquiler para un local comercial. Es importante hacerlo bien ya que de ello dependerá que podamos exigir nuestros derechos en el caso de que haya algún problema.
Cómo debe ser el contrato
Los contratos siempre se deben realizar por escrito y estar firmados por el arrendador y arrendatario, no existe un modelo único pero como mínimo deben incluir los datos personales de ambas partes, localización del local, una descripción de este, la duración que tendrá el contrato, la renta pactada y cualquier otro aspecto que creamos puede ser importante.
En un contrato de este tipo se pueden incluir cláusulas especiales, pero para ello es aconsejable que lo redacte un profesional en la materia.
Con la entrada en vigor de la nueva normativa el 1 de abril de 2015 cambiaron algunas cosas que hay que tener en cuenta. Por ejemplo, aquellos arrendadores y arrendatarios que quieran revisar su ‘relación económica’, tendrán que reflejarlo en el contrato, así cómo el método que se va a utilizar.
Si no se especifica revisión anual del precio con el incremento del IPC, el nuevo índice de garantía de Competitividad (IGC) lo sustituirá de forma predeterminada, y si no se incluye un punto que obligue a una actualización, no se revisará la renta. La fórmula a utilizar por tanto, es acordada libremente por ambas partes.
Actualmente los contratos de locales comerciales se pueden hacer de forma que ambas partes queden de total acuerdo en las cláusulas de este, lo que se pacte por ambas partes es obligatorio, no ocurre así con el alquiler de viviendas que rige directamente la ley.
Algunas cláusulas que se pueden negociar en un contrato de arrendamiento de local comercial no suelen estar reflejadas en los modelos de contrato. Por ello, en la mayoría de los casos es aconsejable dejarse asesorar por un profesional y que sea él el encargado de hacer el contrato para que ninguna de las dos partes salga perjudicada.
Hay personas a las que les asusta alquilar un inmueble porque piensan en los posibles impagos o a los actos de vandalismo que puede sufrir su propiedad. Todo esto se puede evitar si confiamos nuestro local a profesionales y adquirimos algunos de los servicios que nos ofrecen.
Hoy día hay nuevas fórmulas para evitar la mayoría de problemas que puede acarrear alquilar un local, piso o garaje. El alquiler seguro con garantías, es una forma de alquilar y despreocuparse ya que se encargan de todo, desde redactar el contrato de la mejor forma para ambas partes, a certificar la idoneidad del inquilino si lo creemos conveniente.
Otra de las ventajas del servicio de alquiler seguro, es que en el caso que el inquilino no pague algún mes, el arrendatario lo cobra igual ya que estaría cubierto por el seguro. Sacar el máximo rendimiento a un local o inmueble es fácil y seguro, solo hay que dejarse asesorar.