Cuando los inquilinos visitan tu casa, existen algunos detalles que nunca pasan por alto. Cuidarlos te ayudará a conseguir unos mejores inquilinos, así como a revalorizar tu piso.
Instalaciones y servicios
Poco puedes hacer si tu barrio tiene o no supermercados o el edificio cuenta o no con ascensor… salvo publicitarlo. La gente aprecia mucho la presencia de supermercados, farmacias o paradas de transporte público cerca de su vivienda. Además, si tienes ascensor, terraza comunitaria, trastero, piscina o cualquier otra instalación de la que pueda aprovecharse tu futuro inquilino, deberías ponerlo en valor.
Distribución de la casa
En este caso sí puedes realizar una reforma que elimine los espacios muertos o reduzca los pasillos. Cada vez son más populares las casas abiertas y diáfanas, estilo loft o de diseño minimalista u oriental. Por supuesto, quedan amantes de los pasillos y del gotelé, de modo que esto no deja de ser una cuestión de gusto. Sin embargo, la distribución de tus habitaciones puede ser lo que convenza al inquilino ideal para quedarse.
Estado de la pintura y las instalaciones
La pintura vieja da sensación de dejadez y suciedad. Especialmente si han vivido fumadores, pues se amarillean los techos y paredes. Por tanto, una mano de pintura puede elevar la renta de tu piso lo suficiente como para quedar amortizada en pocos meses. Además, es importante que las instalaciones estén limpias y sean modernas. Muchos inquilinos se preocupan más porque el baño esté equipado con grifos modernos que por el estado de sus tuberías.
Estancias críticas
Aunque todas las habitaciones sean importantes, debes presentar ciertas estancias de modo que resulten atractivas.
– Los baños y cocina deben dar la impresión de limpieza e higiene. Renueva el mobiliario, pinta los azulejos o perfuma la estancia antes de la visita.
– Los dormitorios deben ser cálidos y ordenados. Asegúrate de iluminarlos adecuadamente y dotarlos de espacio de almacenaje para mantenerlos limpios.
– El salón debe ser acogedor. Es una estancia de descanso, por lo que necesitará un sofá o sillones y espacio para reposar. Si los muebles están viejos, cámbialos o tapízalos.
Condiciones del contrato y seguro de impago de alquileres
Las condiciones del contrato de alquiler son básicas para cualquier inquilino. Imponer condiciones muy estrictas dificultará el alquiler del inmueble. Además, apretar al inquilino dificulta las negociaciones que, sin duda, surgirán durante la vigencia del contrato.
Por ejemplo, es frecuente exigir altísimas fianzas y documentación de ingresos. Esto dificulta el acceso a la vivienda a los menos pudientes sin garantizar el cobro. Una persona puede entrar a tu vivienda cobrando mucho y arruinarse al poco tiempo, de modo que un seguro de impago de alquileres suele ser mejor garantía.
Además, las personas más pudientes no tienen por qué ser inquilinos más convenientes que otros. Por ejemplo, pueden ser personas que hagan mucho ruido, mientras que un interino desplazado tendrá una nómina menos abultada pero apenas hará uso de la vivienda.
Barajar todas las opciones
En definitiva, antes de alquilar tu inmueble deberías barajar todas las opciones. Desde las condiciones contractuales hasta limpiar o reformar la casa. Todos estos elementos te permitirán atraer mejores inquilinos o cobrar rentas superiores.