El incremento de alquiler (tanto en número de arrendamientos como en precios) viene siendo una tendencia en nuestro país desde hace varios años. Sin ir más lejos, durante 2018 los alquileres en Madrid subieron un 18,3 %. Y ni siquiera fue la ciudad más afectada, pues en Palma de Mallorca podemos hablar de una subida del 28,6 %. Como supondrás, esto ha tenido un efecto en los impagos que actualmente pasa factura ante los tribunales.
Incremento en la morosidad en los contratos de alquiler
Como no podía ser de otro modo, la crecida de los precios ha venido acompañada de un incremento en la morosidad en los contrato de alquiler. Miles de propietarios tratan de aprovechar el boom del alquiler para hacer más rentable su capital inmobiliario. Sin embargo, todo lo bueno tiene un fin. Y cada vez son más los que se enfrentan a impagos e incluso ocupaciones en sus viviendas.
La situación es más delicada teniendo en cuenta que muchas de las familias que han recurrido al alquiler todavía no se habían recobrado de la crisis. Por no hablar de los jóvenes, que acceden a duras penas a un mercado laboral muy deficiente.
Si eres propietario, seguramente te sea familiar esta situación. Puede que hayas tenido que renegociar la renta, perdonar alguna mensualidad e incluso acudido a los tribunales. El escenario de cada arrendamiento es único y particular, por lo que la morosidad se resuelve de un modo concreto en cada caso.
Las soluciones al incremento de la morosidad en alquileres
Así las cosas, puede que te preguntes cómo evitar los impagos si tienes una vivienda arrendada. Como la situación viene generalizándose, el propio mercado ha ido proponiendo algunas soluciones:
Rebajas, esperas y quitas
Una opción es adaptar el alquiler de tu vivienda a la situación económica de tu inquilino. Generalmente no es una buena opción salvo que tengas buena relación con él y sepas que va a cuidar tu casa. Y es que la morosidad tiende a cronificarse, con lo que podrías encontrarte con que nunca recuperas la renta original.
Garantías adicionales
Otra opción muy recurrida es exigir garantías adicionales a la fianza. Por ejemplo, el establecimiento de un aval solidario, que deberá pagar en caso de que no lo haga el inquilino. Algunos bancos prestan servicios de aval para arrendatarios por poco dinero al mes. Otra opción es pedir un depósito a cuenta de los suministros, para echar mano de él si el inquilino no los paga.
Plataformas de alquiler seguro
Esta viene a ser la opción que más fuertemente está impactando. La experiencia de estas empresas en el sector inmobiliario las constituye en gestoras idóneas para incumplimientos contractuales. Además te ayudarán a redactar un buen contrato y a gestionar impagos y, en su caso, lanzamientos.
Sea como fuere, el incremento de alquiler es una oportunidad para los propietarios de bienes inmuebles. Y aunque nadie debería ser insolidario con la situación actual, tampoco deberías perder dinero alquilando por debajo del precio de mercado. De modo que deberías ser precavido y cubrirte las espaldas ante el crecimiento de la morosidad.