Los miedos principales del propietario a la hora de alquilar su vivienda son los impagos y los posibles daños que pueda sufrir el inmueble. Aunque estos riesgos existen siempre durante la vida del contrato de arrendamiento, se nos plantea una serie de cuestiones:
¿Alquilar o comprar?
La oferta baja, por lo que cada vez hay menos caseros para los potenciales inquilinos. El stock de viviendas de arrendamiento ha caído el 25% durante el tercer trimestre de 2022, según datos de Idealista. La caída es aún mayor si se observan los datos anuales. Si no hay oferta de alquiler en las grandes ciudades, lo mejor debería ser comprar una vivienda.
Cuánto gastar?
Los expertos recomiendan que la vivienda no represente más del 40% de la renta disponible de los potenciales inquilinos. Es decir, una persona que cobrase el salario mínimo interprofesional en 1.000euros al mes debería dedicar 400 euros al alquiler.
Los arrendadores siguen teniendo en cuenta ese porcentaje de renta a la hora de buscar inquilino, pese a la inflación en alza y la pérdida de poder adquisitivo de las familias. La demanda de arrendatarios es tan alta, siempre pueden encontrar a solicitantes que utilice el 25% o el 30% de sus ingresos para pagar el alquiler.
¿Qué hacer si no cumplo con los mínimos?
Los expertos recomiendan que, en caso de no disponer de la renta suficiente para alquilar una vivienda completa, compartir piso es una alternativa más económica. En caso de no querer hacerlo, la otra opción es la de vivir en zonas menos tensionadas de las ciudades, principalmente en la periferia o anillos intermedios de la ciudad. Es muy importante la elección de la zona en la que deseas vivir, El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana dispone de un índice en el que se puede consultar el precio del metro cuadrado por zonas, aunque sus datos no son en tiempo real. Los diferentes portales de vivienda, pueden ser útiles para conocer los precios de la vivienda en las diferentes zonas de la ciudad.
Rapidez y constancia para encontrar buenos precios
En las grandes ciudades, las ofertas asequibles vuelan. En las urbes donde la vivienda está más tensionada (Madrid o Barcelona) alrededor del 30% de los alquileres de menos de 750 euros duran menos de 24 horas en el mercado, según datos de Idealista. Estar atento a las ofertas y la búsqueda constante son fundamentales para ser uno de los primeros en contactar con los arrendadores y aumentar las probabilidades de alquilar.
La clave para alquilar: estabilidad financiera para superar el «casting final». Los propietarios quieren clientes estables. Es una cuestión de solvencia.
Es importante conocer el estado de la vivienda, la situación de los muebles y electrodoméstico. Ya que al firmar el contrato se acepta que el arrendatario conoce las condiciones del estado de la vivienda. Por lo que, si hubiera algún error, podría repercutir en el inquilino. De haber defectos, se puede pactar una solución al mismo.
Contrato sí o sí
Se ha de firmar un contrato de vivienda acorde a la Ley de Arrendamientos Urbanos es fundamental. Es necesario dejar constancia de en qué estado se ha entrado en la casa y en qué estado se deja. No es lo mismo un desperfecto por mal uso que por el uso.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que el nuevo inquilino habrá de abonar dos mensualidades: una de ellas al casero en forma de fianza, la otra se quedará en la cámara de la propiedad de la ciudad, que luego le será devuelta.
¿Cómo evitar timos?
Al haber necesidad, prisa y poca oferta, muchas veces, la gente cae en timos con la vivienda de alquiler. Ofertas irreales o supuestos caseros que piden adelantos para reservar un piso que nunca existió.
