El alquiler como inversión frente a otros instrumento de inversión

Invertir en vivienda para alquilar continúa siendo una de las fórmulas elegidas por pequeños y grandes inversores para obtener rentabilidad sin asumir grandes riesgos. En estos momentos con una inflación alta, el dinero vale menos, lo que hayamos ahorrado hace un año, hoy vale en torno a un 10% menos. El Banco de España en su reciente informe trimestral de la economía española ha anunciado no solo que la inflación media este año será más alta de lo previsto inicialmente, situándola en un 8,7%, sino que, además, en 2023 se apuntan previsiones de aumento de un 5,6% y en 2024 de un 1,9%.

En estas circunstancias es importante buscar alternativas para sacar el mejor partido a nuestros ahorros y la tendencia se perfila por invertir en vivienda en alquiler. Invertir en vivienda siempre es interesante y es cierto que vienen momentos complicados, pero ciudades como Madrid o Barcelona siguen ofreciendo rentabilidades del 4%-5% y es mucho más atractivo que invertir en bolsa.

Invertir en alquiler permite recuperar la inversión en el momento que el propietario lo necesite

Entre los factores que nos podemos encontrar, para este tipo de de inversión, es que te permite recuperar la inversión realizada en el momento en el que el propietario lo necesite o por lo menos buena parte de la misma. Pero en muchos casos será superior al valor invertido. Esto no lo podemos hacer en muchos productos financieros a largo plazo o, por ejemplo, en los bonos del Estado que nos exigen una inversión a diez años.

Otra sería la gran demanda que hay en el mercado de vivienda en alquiler. Si tenemos una vivienda en alquiler de calidad y a precio de mercado, esa vivienda va a estar alquilada casi siempre con los ingresos que ello implica. Además, invirtiendo en vivienda en alquiler, se genera un patrimonio personal o familiar que puede ser muy interesante de cara a un futuro incierto, en el que se nos dice que no vamos a tener pensiones o que éstas no van a ser como las de ahora. Con este tipo de inversión, podemos tener unos ingresos recurrentes y a la vez generar un patrimonio que luego nos puede proteger en el futuro.

Oportunidades de inversión

En estos momentos de incertidumbre y de desaceleración de la económica, es donde surgen importantes oportunidades de inversión.

La inversión en vivienda para el alquiler es un refugio para los ahorradores con un riesgo bajo

Para quienes piensen en comprar como inversión, deben centrarse más en si es una buena inversión o no, más que en el momento. A medida que repunta la inflación los ahorros en el banco pierden valor. Por eso la inversión en vivienda es un refugio para los ahorradores, ya que es una inversión de bajo riesgo, que podemos rentabilizar con el alquiler y que, a medio y largo plazo, en líneas generales, ese inmueble habrá ganado valor.

Una buena medida de referencia

Saber si es rentable una vivienda en alquiler no es una ciencia exacta, pero es fundamental analizarlo y ver, a priori, si la decisión es acertada. Este concepto conecta el precio de compra de la vivienda con el dinero anual que se obtiene por el alquiler y se expresa con un porcentaje. De hecho, es la medida de referencia empleada por el Banco de España. Rentabilidad es igual a los ingresos del alquiler/precio de la vivienda por 100. Dicho de otro modo, es el cociente entre los ingresos del alquiler y el importe de la compra.

Por ejemplo, en una vivienda con un precio de 120.000 y un alquiler bruto anual de 7.800 euros por 12 meses, la rentabilidad bruta del alquiler sería de 6,5%. Sin embargo, si queremos averiguar el valor real de la operación, sería conveniente calcular la rentabilidad neta del alquiler. En este caso, habría que restar a los ingresos brutos del alquiler los gastos inherentes al inmueble (seguro, comunidad, basuras) y los impuestos. También habría que sumar al importe correspondiente al precio de compra los gastos de la misma que, por lo general, se estiman en un 10%.

Siguiendo el mismo ejemplo y adjudicando unos gastos anuales de 1.500 euros, la operación sería: 7.800 menos 1.500 euros entre 120.000 euros más 12.000 igual a 4,77%.

Fuente el Economista

 

 

 

 



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