Cada vez son más las personas que, ante el incremento imparable de las rentas, nos interesamos por saber cuáles son las ciudades más baratas para alquilar. Y es que la posibilidad de tener que mudarse no supone un problema, sino, más bien, una solución ante el desamparo y estrés de tener que pagar un alquiler abusivo. Los datos corroboran esta tendencia: los precios superan los máximos históricos. El precio medio de una habitación (no de un piso pequeño, pero entero) ronda los 300 euros, siendo uno de los mayores gastos al final del año.
Seguros de alquiler de viviendas: la distribución de las ciudades más baratas para alquilar
La distribución de los precios no es nada homogénea. Existen diversas zonas de España donde la renta se dispara de manera extrema. Principalmente, podríamos destacar Baleares y Cataluña. Dentro de estas Comunidades Autónomas, Ibiza y Barcelona son líderes y se sitúan, respectivamente, en el tercer y cuarto lugar más caro, en cuanto a vivienda. A esta lista de la exclusividad se suman la capital, Madrid; y las ciudades vascas de San Sebastián, Vitoria y Bilbao. En todos estos puntos, el precio medio del alquiler supera los 300 € y se coloca por encima de la media. Además, la opción de separarse del centro de la ciudad, para conseguir un arrendamiento más económico, cada vez es menos factible. Esto es debido a que, ante la gran demanda ocasionada, esta ha superado a la oferta, se ha hecho cada vez más complicado encontrar el piso adecuado y se han incrementado los precios.
Pero… ¡que no cunda el pánico! Todavía existen opciones, más allá de ciudades caras y extrarradios con precios prohibitivos. Y es que, al igual que existen ciudades en el top ten de precios altos, también existe el correspondiente ránking, pero de precios bajos o, quizá con una adjetivación más adecuada, de precios coherentes y justos. Tal es el caso de las ciudades del oeste del país: Ferrol, Ourense, Zamora, Lugo o Cáceres ofrecen alquileres de habitaciones por menos de 200 €.
Ciertamente, la opción de cambiar el lugar de residencia es cada vez más planteada, principalmente, por jóvenes. La reducción de alquiler que supone irse a vivir a otra ciudad es un increíble aliciente difícil de rechazar. Asimismo, por lo general, la disminución del precio del alquiler suele estar relacionada con un coste de vida más barato. De este modo, el ahorro no solo se produciría en la renta, sino que sería global; lo que permite desarrollar otro tipo de actividades (ya sean lúdicas, empresariales…) o, simplemente, vivir de forma más relajada y con la seguridad de poder pagar los gastos sin problemas. Pero esta tranquilidad no sería solo para el arrendatario, sino que también sería una tranquilidad añadida para el arrendador, gracias a los seguros de alquiler de viviendas que existen actualmente; los cuales le protegen ante cualquier situación, pues, por bajos que sean los precios, siempre puede haber casos de impagos, por ejemplo.
Por tanto, las ciudades más baratas para alquilar suponen unas opciones muy interesantes a tener en cuenta a la hora de elegir lugar de residencia.