Es abundante la publicidad que se realiza por distintas organizaciones a favor de las Cortes de Arbitraje, como medio o instrumento eficaz para solucionar los conflictos relativos a los arrendamientos urbanos.
No obstante, desde nuestra experiencia, podemos afirmar con rotundidad que el arbitraje no es una opción aconsejable, sino todo lo contrario.
La finalidad del arbitraje es clara y consiste en resolver los procedimientos en menos tiempo que el que se tarda ante los juzgados.
De hecho es cierto que los tiempos de resolución son significativamente distintos: Si para obtener una sentencia en el juicio de desahucio por falta de pago se pueden tardar seis, siete meses, la resolución del arbitro puede llegar en treinta días.
El problema viene después, cuando el inquilino no se marcha voluntariamente tras la decisión arbitral, pues entonces habrá que acudir al juzgado para solicitar el lanzamiento, con las siguientes consecuencias:
a.- La fecha de lanzamiento será posterior a la que hubiéramos tenido de haber comenzado todo el procedimiento en el juzgado.
b.- Posible nulidad del laudo arbitral, al no haber respetado el procedimiento y causar indefension al inquilino (lo que detrmina la desetimación de la solicitud d eejecución judicial del laudo arbitral)
c.- Encarecimiento del procedimiento.
Fuente: Desahucios.org
