El problema de la vivienda ya no está entre las principales preocupaciones de los españoles, ni ven que lo sea para el país frente al paro e incluso las cuestiones económicas (25,4%). Sin embargo, no está lejos de las pensiones, el principal problema para el 14,6% frente al 6,8% que destacan aquí las cuestiones inmobiliarias.
En cualquier caso, mantiene un peso relevante porque a ocho de cada diez españoles –el 81,8% de quienes no tienen residencia propia– les gustaría más comprar una casa que vivir en régimen de alquiler. Y hasta el 90% considera que el Gobierno debería proteger «de manera activa» el derecho constitucional a tener una vivienda digna.
Pero, ¿cómo debería protegerse ese derecho?
1. Debería establecerse «una política de limitación del precio de los alquileres».
2. Construcción de viviendas sociales para las personas que tienen pocos recursos económicos. .
No obstante, de nuevo prácticamente cuatro de cada diez españoles insiste en el tema del alquiler, pues reclaman un parque público suficiente de este tipo de viviendas. Eso sí, una abrumadora mayoría prefiere tener una casa en propiedad que residir en régimen de arrendamiento, mientras que el 13% lo seguiría eligiendo aunque tuviera capacidad para adquirir un inmueble. Y es que la razón esgrimida de quienes viven en alquiler para no comprar ‘ladrillo’ es «no tener ingresos suficientes». Y si lo extendemos a quienes viven aún con sus padres, dos de cada tres (el 66,8%) no lo hace por falta de dinero.
De hecho, la conocida máxima de que «siempre es mejor comprar que alquilar» es refrendada por dos de cada tres (el 66,4%) de los encuestados por el CIS, mientras que solo el 17,2% está en desacuerdo con ello. Asimismo, seis de cada diez (59,7%) estiman que es también «la mejor forma de ahorrar para el futuro».
Capítulo aparte merece el problema de la okupación de casas. Cuatro de cada diez expulsaría a estas personas «inmediatamente», mientras que otro 31% propone darles «soluciones habitacionales alternativas» y casi un 23% apuesta por la vía del diálogo según los datos del CIS. Ahora bien, si una persona se fuera unos días de su vivienda (por ejemplo, por vacaciones) y a la vuelta se encontrara que está okupada, el 85% estiman que las autoridades deberían desalojarles, como mucho, en 48 hora