¿Cuál es el tipo de arrendatarios actual?

El tipo de arrendatarios actual es completamente diferente al que encontrábamos hace diez años. Por aquel entonces, un 34,2 % optaba por realizar alquileres a largo plazo, pero hoy en día el porcentaje ha aumentado hasta el 42 %.

El arrendatario actual

¿Es mejor comprar o alquilar una vivienda? Hoy vas a descubrir por qué la inmensa mayoría de los jóvenes alquila seguro con garantías.

Los inquilinos actuales son jóvenes de entre 25 y 35 años y suelen vivir en las grandes ciudades con salarios que rondan aproximadamente los 15.000 euros anuales. No suelen cambiar mucho de piso y alquilan viviendas amuebladas de dos o tres habitaciones.

Razones por las que estos arrendatarios prefieren alquilar a comprar

1. Comprar es más caro de lo que parece

Comprar una casa tiene muchos más gastos de los que a priori parece cuando observas en el escaparate de una inmobiliaria. Al precio que marca la vivienda se deben incluir impuestos, gastos de notaría, de inscripción, gestoría, hipoteca y, en su caso, intereses.

Además se deben sumar gastos para amueblar la vivienda, de comunidad, agua, IBI, basuras y el alta de los suministros junto con la mensualidad de tener ese alta por el alquiler de los equipos. Además del seguro de hogar obligatorio que suele rondar unos 250 euros anuales.

2. Es un pésimo negocio

A pesar de lo que pueda valer ahora un inmueble, hay que tener en cuenta cuándo se compró, las consecuencias de la burbuja inmobiliaria y el valor real de las cosas. Es decir, no es lo mismo hoy un euro, que hace unos años 166 pesetas.

3. Coste de oportunidad

Para comprar una casa necesitas tener al menos el 20 % del precio total de la misma en ahorros, más los gastos de escritura y registro.

Esto supone un coste de oportunidad porque estarás sacrificando tu estilo de vida, tus vacaciones, un curso con algún experto en el campo en el que trabajes o incluso iniciar tu propio negocio. Hablamos de un coste aproximado de unos 35.000 euros para una vivienda que pueda costar 120.000 euros, ¿seguro que te merece la pena?

4. Una compra te ata tanto psicológica como físicamente a un lugar

Vivimos en un mundo globalizado e incierto en el que la capacidad de adaptación es muy importante y en el que una vivienda supone una atadura muy importante. Cuando vives de alquiler no estás limitado al espacio de tu casa si aumenta la familia, si te trasladan a otra ciudad o si tus necesidades personales son diferentes. Siempre puedes alquilar otra casa para vivir.

5. No es una inversión

Una casa no es una inversión porque, lejos de producir un beneficio económico, supone una serie de gastos fijos todos los meses. Para que suponga un beneficio deberías venderla y, para ello, antes necesitarías otra casa.

Si tu intención es hacer negocio y alquilarla o reformarla para venderla eso sí es una inversión y puede ser un negocio muy lucrativo.

En definitiva, entre el tipo de arrendatarios actuales, los más jóvenes optan por alquilar una vivienda a largo plazo que no les cause dolor de cabeza, les limite o les acarree gastos extraordinarios.

 



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