Si quieres pagar la hipoteca de tu segunda vivienda y te planteas ponerla en alquiler, mira estos tips:

Cuando nos disponemos a poner en alquiler nuestro inmueble nos surgen todo tipo de dudas. Entre ellas, una de las más importantes es cómo elegir o qué pautas establecer para decantarse por el candidato ideal a ocupar por un tiempo la que ha sido nuestra vivienda, o aquel piso que hemos comprado sea con el fin que sea. Afortunadamente, existen algunas pautas y consejos para poder encontrar el inquilino ideal y conseguir así un alquiler seguro con el que no tengamos problemas de cobro, de desperfectos, con los vecinos…

Alquiler con garantías, una opción cada vez con más adeptos

Con el estallido de la burbuja inmobiliaria en España, el mercado inmobiliario dio un vuelco. Además de bajar los precios de las viviendas, de cambiar las condiciones para acceder a una hipoteca, se incrementó el número de personas que prefería optar por el alquiler como alternativa a esas deudas interminables que, en no pocos casos, acababan en impagos y desahucios. Por otra parte, los propios vendedores, al darse cuenta de la dificultad de vender sus inmuebles, y de que tenían que bajar considerablemente el precio para ello, también empezaron a ver con mejores ojos ponerlos en alquiler. Y aquí, en esa gran demanda de gente que quiere vivir en alquiler y en la oferta también mayor, es donde se encuentra la dificultad de encontrar a la persona o personas ideales.

Optar por un seguro de impago. Una buena opción

Entre los mejores consejos para encontrar un buen inquilino, que sea solvente y que no nos vaya a dejar mensualidades sin pagar o desperfectos, se encuentra el formalizar un seguro de impago de alquiler. Este viene a sustituir a los avales bancarios o a las nóminas para hacer un estudio de la solvencia del candidato y pactar un seguro que puede ser por 6, 9 o 12 mensualidades adeudadas. Además, también se suele incluir un plus de asistencia jurídica, ante grandes desperfectos o incluso para los gastos derivados de encontrar otro inquilino, tales como los honorarios de una inmobiliaria durante un mes.

Una fianza y un buen cuidado del inmueble

La fianza, que suele ser de una mensualidad, pero también puede pactarse por más. Es otra práctica habitual para asegurarnos de que el inquilino va a cuidar bien aquello que le arrendamos. Aquí, más que preocuparnos porque nos paguen puntualmente, debemos de vigilar que la persona o personas vayan a cuidar del  inmueble de forma correcta y responsable. En este caso nos servirá más el sentido común, podemos preguntar si ya han vivido antes de alquiler, si tienen mascotas, si saben arreglar pequeños desperfectos o si les gusta el bricolaje.

Fijarnos en el trabajo y las intenciones del inquilino

Otro buen consejo es preguntarnos qué queremos o qué pretendemos a la hora de buscar ese inquilino ideal. Puede que necesitemos alquilar el piso durante un tiempo determinado, para lo cual los estudiantes o los profesores o médicos interinos serían ideales. También puede ser que prefiramos alquilar durante varios años o por un tiempo indefinido. En ese caso, decantarse con familias con hijos será más interesante porque estarán más arraigados y podrían vivir allí por mucho tiempo.

 



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