Alquila seguro y sin riesgos

Alquila seguro. Es un consejo que te damos, si estás pensando en vivir en una nueva vivienda en calidad de inquilino. Está claro que la relación surgida del alquiler de un piso también puede generar discrepancias o molestias para el casero (facturas impagadas, desperfectos, quejas de los vecinos…), pero, en este caso, vamos a plantear qué interesa hacer desde la posición de la persona que va a ejercer la mudanza a su nueva residencia, aunque no lo haga en propiedad. Así que sigue leyendo y toma nota de estos consejos.

– En primer lugar, asegúrate acerca de cómo se deposita la fianza. Ten en cuenta que esta, esa especie de entrada del piso en alquiler, ha de devolverse al acabar este. Has de tener cuidado, por lo tanto, con esos caseros que quieren quedársela. Para ello, te darán excusas de lo más variopinto, tales como que se la quedan para sufragar el desgaste que se ha producido en casa.

Comprueba con exhaustividad todas las cláusulas del contrato, de manera que nada quede a la improvisación. Hacer esta revisión a fondo puede evitar que te lleves, en última instancia, sorpresas desagradables.

Alquiler con garantías

 Garantía de Alquiler

– En este sentido, realiza junto al propietario de la casa, un inventario de los objetos que se encuentran en ella y su estado. El fin de dicho inventario es que no se te achaquen robos o desperfectos en los que no tengas ninguna responsabilidad.

– Que el casero continúe manteniendo, en este contexto de alquiler, la propiedad del piso no le da derecho a presentarse en la vivienda cuando a él le plazca. Esta conducta, aparte de generar molestias y desconfianza, puede, incluso, ser constitutiva de allanamiento de morada.

Por otro lado, para alquilar seguro, lo más razonable es optar por una póliza que cubra determinados problemas que puedes tener como inquilino ya que no querrás tener que afrontarlos con tu patrimonio. Primeramente, has de tener claro que no hay obligación de suscribir este seguro, aunque debes valorar que te puede interesar por las siguientes razones:

Continente. Existe la posibilidad de asegurarlo por un capital a primer riesgo. De esta forma, te aseguras que no tendrás que dejar por imposible seguir residiendo en la vivienda.

Contenido. La póliza puede cubrir, asimismo, los objetos que tú hayas ido introduciendo en la casa. Cuanto más tiempo pases en ella, más serán los que se acumulen.

Responsabilidad civil. Se trata de la cobertura más importante, por los daños que puedas causar a terceros o en el mismo piso.

Los casos en los que te puedes beneficiar de estas coberturas son diversos, como pueden ser: incendios, robos, incidentes ocasionados por tu mascota, etc.

Por último, has de tener en cuenta que, si el propietario de la vivienda a la que vas a mudarte ya tenía un seguro contratado para ella previamente, habrá de hacerle constar la nueva situación mediante una actualización de la póliza suscrita.

En definitiva, una lista de consejos realmente útil para afrontar una relación de alquiler, desde la perspectiva del inquilino, con la máxima seguridad.

 



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